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¿Por qué los niños quieren ser youtubers y no científicos? Y cómo podemos usar ese interés a su favor

Sobre Algonova Desarrollo personal
“¡Quiero ser youtuber!”
Si tienes hijos entre 8 y 17 años, seguro lo has escuchado.
Ya no sueñan con ser astronautas o médicos, sino con hacer streamings, tener un canal o ser influencers.
Al principio puede sonar superficial o preocupante, pero este deseo tiene una raíz profunda: el anhelo de expresarse, tener voz propia y sentir que sus ideas importan.

Los influencers como nuevos referentes

En países como México, Brasil o Argentina, los niños crecen rodeados de contenido digital.
Según el informe Common Sense Latino (2023), el 85 % de los menores de 12 años usan smartphones a diario y 3 de cada 4 padres les permiten ver YouTube.
No es extraño, entonces, que las redes sociales moldeen no solo sus intereses, sino también sus sueños.
El aula tradicional parece quedarse atrás, mientras ellos ya habitan un mundo donde la comunicación, el diseño, el video y hasta la programación son parte de lo cotidiano.
Este contraste genera tensión. Muchos adultos critican este tipo de aspiraciones, pero lo cierto es que la escuela aún prepara para profesiones del pasado, mientras los niños ya viven en un presente digital.
Y allí, habilidades como el storytelling, la creatividad o el pensamiento lógico importan más que memorizar conceptos.

Lo que significa ser influencer hoy

La idea de ser influencer puede parecer banal. Pero si la desglosamos, hay mucho valor oculto:
  • Aprender a editar video, grabar, narrar, comunicar
  • Usar redes sociales con estrategia y analizar datos
  • Diseñar proyectos digitales con lógica y creatividad
  • Desarrollar confianza, presencia y habilidades sociales
Es decir, no solo consumen tecnología, sino que entienden cómo se crea.

De TikTok al código: la ruta que propone Algonova

En Algonova, una escuela internacional de programación para niños y adolescentes, reciben cada semana mensajes como: “Mi hijo quiere ser streamer, ¿qué puedo hacer?”
Y la respuesta no es “prohibir”, sino ofrecer herramientas.
Miles de familias en América Latina han encontrado en Algonova una forma concreta de canalizar ese entusiasmo hacia el desarrollo real de habilidades digitales.
En lugar de imponer modelos educativos tradicionales, la escuela acompaña la curiosidad natural de los niños. Lo que empieza con TikTok o Roblox, puede convertirse en un camino hacia el diseño, el desarrollo de videojuegos o incluso la inteligencia artificial.

Cómo funciona ese camino

Los estudiantes comienzan en Scratch, donde hacen animaciones, historias y juegos simples.
Luego pasan a Roblox Studio, donde aprenden a crear mundos con guiones, personajes, sistemas de puntuación y chatbots. Ahí también practican la escritura de tramas y el diseño narrativo.
Más adelante, en los cursos de Python Start y Python Pro, trabajan con datos, desarrollan interfaces y programan juegos 2D y 3D.
Todo esto sucede en español o portugués, en un entorno seguro, 100 % online, con docentes especializados que saben cómo conectar con los chicos.

Pensar como creadores

Padre e hijo configuran juntos la seguridad de la cuenta Roblox en la computadora.
El enfoque de Algonova no es solo técnico. La escuela se enfoca en cultivar la lógica, la perseverancia, el trabajo en equipo, el pensamiento estructurado y la expresión creativa.
Muchos estudiantes no solo ganan habilidades, sino también seguridad.
Aprenden a presentar proyectos, a colaborar con compañeros de otros países, a entender el mundo desde múltiples culturas.
Y los padres lo notan. Cambian las discusiones por logros. La frustración por motivación.

Una invitación a mirar con otros ojos

¿Y si en lugar de prohibir el celular, observamos qué hace con él?, ¿Y si le proponemos un reto?, ¿Y si, en vez de decirle “no pierdas el tiempo”, le decimos “¿quieres crear tu propio juego?”?
Ese pequeño cambio puede abrir una puerta inmensa.

¿Tu hijo(a) quiere ser influencer? Tal vez esté empezando a descubrir su vocación.

En Algonova, los guían paso a paso para que transformen ese interés en algo concreto: una historia, un código, un videojuego o una idea.
No se trata de prohibir, sino de transformar ese interés en desarrollo.
Eso es exactamente lo que hacen en Algonova: acompañan, guían y convierten la motivación de hoy en herramientas para el futuro.
Dale la oportunidad de expresarse a través de la tecnología. Inscríbelo(a) a una clase gratuita en Algonova y deja que hoy mismo cree su primer videojuego, historia o proyecto digital.