¿Tu hijo ama los videojuegos y no sabes si deberías preocuparte o alegrarte?
La verdad es que como en casi todo, el impacto depende de cómo se usen. En este artículo te contamos cuáles son los principales beneficios de jugar videojuegos, qué riesgos existen y cómo transformar ese interés en una oportunidad para aprender, crear y prepararse para el futuro.
Videojuegos: información útil para padres y madres
Antes de decidir si los videojuegos son buenos o malos, es clave entender qué hay realmente detrás de ellos. En internet circulan muchas opiniones, pero poca información clara y confiable, especialmente adaptada a la realidad de niños y adolescentes en América Latina.
¿Sabías que más del 70 % de los menores en la región juega videojuegos al menos una vez por semana? Ya no es una moda pasajera: es parte de su entorno, de su lenguaje y de cómo aprenden y se relacionan.
Por eso, más que entrar en pánico o dejarlos solos con la pantalla, necesitamos acompañarlos con criterio. Entender las ventajas y desventajas de los juegos virtuales nos permite tomar mejores decisiones, poner límites sanos y, sobre todo, aprovechar su interés para abrirles nuevas puertas hacia la creatividad, la lógica, la colaboración e incluso hacia su futuro profesional.
Ventajas de los videojuegos para niños
Aunque a veces se ven solo como entretenimiento, los videojuegos tienen beneficios reales para el desarrollo infantil. Aquí te contamos algunas de las ventajas más importantes:
1. Estimulan el pensamiento lógico y la toma de decisiones
Muchos videojuegos requieren estrategia, análisis, memoria y resolución de problemas. Todo eso fortalece habilidades cognitivas clave que luego se aplican en la escuela y en la vida.
2. Mejoran la coordinación y la atención
Jugar también puede ayudar a desarrollar la motricidad fina, la coordinación ojo-mano y la capacidad de concentración, especialmente en juegos que exigen precisión o reflejos rápidos.
3. Motivan el interés por la tecnología
Es común que a partir de su amor por los videojuegos, los niños empiecen a interesarse por cómo se hacen. Y de ahí, exploren el mundo de la programación de juegos, el diseño o la animación digital.
4. Permiten aprender haciendo
Hoy existen muchas opciones de juego para aprender a programar. Plataformas educativas que convierten el tiempo frente a la pantalla en algo más que ocio, lo transforman en una experiencia educativa.
5. Ofrecen un espacio de socialización y expresión
En muchos casos, los videojuegos ayudan a los niños a interactuar con otros, relajarse después de un día difícil o encontrar un espacio donde expresarse libremente. Con los cuidados adecuados, pueden ser parte de una vida emocional equilibrada.
En resumen: los beneficios de los videojuegos pueden ser muchos, siempre que se usen con criterio.
Desventajas de los juegos virtuales
Como toda herramienta, los videojuegos pueden volverse un problema si no hay límites ni acompañamiento adulto. Estas son algunas de las desventajas más comunes:
🎮 Potencial adictivo: sin reglas claras, es fácil que el tiempo de juego se descontrole. 🚫 Contenido inapropiado: algunas plataformas ofrecen juegos con violencia o mensajes poco adecuados para ciertas edades. 🪑 Sedentarismo: jugar durante muchas horas seguidas puede afectar la salud física. 🗣️ Pérdida de habilidades sociales: el juego virtual no reemplaza el juego presencial ni las conversaciones reales. 🧠 Dificultades para autorregularse: sin guía, puede costarles dejar de jugar o concentrarse en otras actividades.
Por eso no se trata de prohibir, sino de acompañar, observar y ofrecer alternativas saludables que canalicen ese interés.
¿Cómo aprovechar los videojuegos para aprender?
Una excelente forma de hacerlo es a través de un curso de programación de videojuegos para niños. Así, ese tiempo frente a la pantalla se convierte en una oportunidad para desarrollar habilidades útiles y descubrir talentos que quizá no sabías que tu hijo(a) tenía.
Durante la programación de videojuegos, los niños:
Aprenden a estructurar ideas y resolver problemas.
Usan juegos para programar y experimentar con la lógica y el diseño.
Desarrollan la creatividad al imaginar mundos, reglas y personajes.
Descubren que la tecnología no es mágica: es una herramienta que ellos también pueden dominar.
Cada etapa de desarrollo tiene su propio juego para aprender a programar: desde entornos visuales como Scratch para los más pequeños, hasta lenguajes como Python o Lua para quienes ya se sienten listos para el siguiente nivel.
¿Qué aprenden los niños según su edad?
En las clases de programación para niños, los contenidos se organizan por edades, con herramientas y objetivos específicos para cada etapa:
De 8 a 10 años:
Es un buen momento para tener el primer contacto con el pensamiento computacional a través de entornos visuales como ScratchJr, Tynker o Kodable. En esta etapa se trabaja sin código, solo con bloques y personajes. El objetivo principal es despertar el interés, entrenar el pensamiento paso a paso y comenzar a desarrollar la lógica.
A los 10–11 años:
Después de familiarizarse con las bases, los niños pueden avanzar al uso de plataformas como Scratch, Blockly o Roblox Studio en modo simple. Aquí empiezan a crear sus propios juegos sencillos, comprenden cómo funcionan los comandos y refuerzan el pensamiento estructurado. Es el inicio del pensamiento proyectual.
Entre los 12 y 13 años:
Es común pasar del entorno visual al código real. Se introducen lenguajes como Python (con Pygame), Lua (en Roblox Studio) o Swift Playgrounds. Los estudiantes aprenden a escribir líneas de código, usan lógica matemática simple y comienzan a diseñar niveles, interfaces y mecánicas propias. El objetivo es perder el miedo al código y descubrir que programar también es crear.
Desde los 14 años en adelante:
Se profundiza en motores de desarrollo como Unity (con C#) o Godot, así como en lenguajes completos como Python y JavaScript. Los adolescentes pueden construir escenas, trabajar con estructuras de datos, aplicar conceptos de física y sonido, y desarrollar proyectos propios con mayor autonomía. Muchos empiezan aquí a definir si quieren seguir esta ruta profesional.
En Algonova, los videojuegos se convierten en proyectos
En Algonova, ofrecemos cursos de programación para niños y adolescentes, pensados para despertar el gusto por crear y no solo por consumir. A partir de los 8 años, los niños pueden comenzar a programar sus propios videojuegos de manera divertida, guiados por profesores expertos.
Desde juegos simples hasta proyectos más complejos, cada niño avanza a su ritmo, aprendiendo habilidades del siglo XXI mientras se divierte.
Porque sí: las ventajas de jugar videojuegos existen, pero solo se convierten en verdaderos beneficios cuando hay un propósito claro detrás. En nuestros cursos en línea para niños, ese propósito es aprender creando.
Agenda hoy su clase de prueba gratuita y mira cómo su amor por los videojuegos se convierte en habilidades reales para el futuro.